En términos de producción vegetal, el potasio es el factor de calidad, un elemento esencial para lograr buenas cosechas. La planta lo requiere en grandes cantidades para su crecimiento y desarrollo. Sin embargo, el potasio no se integra en la estructura de la planta. No se encuentra presente en la composición de ninguna de sus moléculas orgánicas.
La relevancia del potasio se considera de tipo fisiológico. Ésta estña basada en sus peculiares propiedades químicas que hacen que se comporte en la planta como un catión de gran movilidad. Y como en última instancia todo proceso metabólico está sujeto a las leyes de transporte y permeabilidad a nivel de la membrana celular.
¿Por qué resulta clave el potasio?
- Primero: Para crear potencial osmótico en las células. Es decir, aumenta la turgencia y la consistencia de los tejidos, lo que predispone a la planta para afrontar con mayores garantías de éxito los episodios de estrés: nos referimos a sequías, heladas, plagas, enfermedades.
- Y segundo: Para neutralizar cargas eléctricas negativas. Pues si solo se contrarrestasen con protones las cargas negativas de los aniones, se alcanzaría en el interior de las células un pH ácido muy bajo que acabaría colapsando a la planta.
Recordemos, por otra parte, que el fruto engorda porque en su condición de órgano sumidero recibe a través de los vasos conductores del floema el flujo de azúcares y aminoácidos metabolizados en la fotosíntesis.
Fases.
El potasio interviene de modo decisivo en la traslocación de estos productos desde las hojas hacia el floema. Tengamos presente que la fotosíntesis se ralentiza a medida que se van acumulando en las hojas azúcares y aminoácidos por falta de potasio para exportarlos.
Cabe destacar que en el transporte desde las hojas hasta los frutos. Frente a diversas formas de azúcares, las plantas emplean mayoritariamente la sacarosa. Esto es debido a que este disacárido presenta carácter no reductor, escasa reactividad y alta estabilidad.
Y aunque es cierto que los procesos en que consiste el transporte de fotoasimilados no se han logrado esclarecer hasta el momento del todo, parece ser que en la carga del floema interviene una bomba con un flujo de salida de protones acoplado a un flujo de entrada de potasio, que establece un gradiente de protones entre, por ejemplo, el apoplasto de las células del mesófilo de las hojas y los elementos cribosos del floema; una bomba que, en definitiva, genera el cotransporte de sacarosa hacia dentro del floema. Y, por tanto, en dirección al fruto. Hecho que resulta congruente con la composición de la savia del floema. El floema que se caracteriza por un pH alcalino y una elevada concentración de cationes potasio.
Es evidente, pues, que los cultivos exigen potasio durante todo su ciclo. Pero, especialmente, a partir del cuajado.
La deficiencia de potasio se suele manifestar mediante clorosis y necrosis en las hojas viejas. Incluso llega a causar defoliación. Los frutos son de menor calibre y de maduración irregular.
Por otro lado, conviene recalcar la posibilidad de la aparición de antagonismos indeseables. Éstos están entre el potasio y otros cationes como el calcio y el magnesio, lo que ocasionaría carencias de alguno de estos nutrientes.
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